De la manera más absurda,
Aquella que no soñaste,
Dejaré caer pétalos sobre ti;
Con el filo de los mismos,
Cortaré tu respiración,
Y con mis labios te curaré,
Mientras mis manos atrapan,
Tus suspiros en el aire.
Con cinco pétalos
Cubriré tu cuerpo desnudo,
En tu monte de Venus uno amarillo,
Que simbolice el sol que ocultas más abajo,
Ardiente, hirviente, peligroso,
Deseoso por sentir mis labios,
Ansioso por consumirme con su calor;
En tu ombligo uno blanco dejaré caer,
Señal de la criatura que llevarás,
Con amor lo desearé, con cariño lo querré,
Mi vida por el daré, bendito seré,
Pues el hijo de tu vientre,
Mi hijo será.
Un pétalo rojo en cada pezón,
Augurios del fervor con que los amo,
Símbolo del deseo con que los beso,
Señal del ruego suspirado y apasionado
Que me declamas, pidiendo que los hagan míos,
Dos pétalos rojos, cubrirán dos obras de arte,
Mil emociones, un solo amante,
Dos pétalos rojos usaré para acariciarte,
Y en el nombre de ellos, pedirás un quinto pétalo,
Que silencie el estruendo de tus gemidos,
Luego de encender el primer pétalo,
Con el fuego de mis embestidas.
Será entonces cuando aparezca el rosado,
Un quinto pétalo, que tratará de besarte,
Simbolizará mis labios sobre los tuyos,
Diciendo en un beso cuánto te amé,
Al poner cada uno de los pétalos,
Y cuanto amaré, el quitarlos con mi piel.
De la manera más absurda,
Aquella que no soñaste,
Cubriré tu desnudes,
Con pétalos perfumados con mi vida,
Y en cada uno de ellos,
Te la entregaré.
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