sábado, 25 de junio de 2011

Lasciva marinera.


Te hablo con la voz de velas,
Estremecidas en tormenta de alta mar,
Velas blancas con olor a sal bendita,
Sobre las cuales te dormías,
Cuando el sonido del mar re arrullaba.

Amor de pirata te pregono,
Con el filo de mi espada defiendo,
Tus sueños y misterios desgarrados,
Noches húmedas, de cuerpos implorados,
Mordidas ofrendadas a mis labios,
Y amaneceres esperados en sepulcro.

Bendita sea la marea de tus caderas,
Tu olor entre mis sabanas como gloria,
El sabor de tus besos y piel a perlada,
Bendita sea mujer, tu voz a mi oído,
Entrecortada, agitada,  susurrada,
La caricia sobre mi humanidad
De tu espíritu, vida amada y encantada.

El ardor de mi espada marca la madera,
De la cama, silla y mueble en que cabalgas.
De la cadenciosa silueta de la luna llena,
Al despertar el anochecer entre estrellas,
Es inspirado el velo que porta la neblina,
Al ser cómplice de tu mirada perdida.

miércoles, 22 de junio de 2011

Más allá.


Únicamente mi alma portaré, nada más…
Tentativamente robaré un beso y nada más,
Nada acabará, todo recordaré, veré mucho más,
Al principio volveré, donde llanto no hay más.

Perdidos caminaremos, y en nada más creerás,
Ignoraré la ruta, tus labios en silencio me guiarán,
Sorprenderé tu presencia sin cuerpo y observarás,
Hoy el ayer, mañana el ayer, lo obvio en lo que olvidas,
Tiernamente las estrellas bailarán, nos encausarán,
Inconscientes del futuro, conocedores de la nada,
Mientras tus pasos igual que los míos desfallezcan.

Hoy te anuncio en silencio lo que ya conocías,
A veces dejaste de hablar de ello y lo dejaste atrás,
Buenas razones en tu momento cultivabas y nada más,
Lo cierto es que susurraré a tu memoria ignorada,
Anunciaré que aquí estoy, y nunca más me olvidarás.

jueves, 16 de junio de 2011

Guerra bendita.

Para encontrarte al anochecer, mujer,
Mi cadera cabalga sobre tu bosque,
Los pasos de la bestia son imponentes,
Con fuerza domestico lo ferviente, y…
Eres ausente como el frio de la noche,
Te pierdes entre suplicas, peticiones,
Gritas, gimes, deseas que no me marche.

Para encontrarte he decidido perderte,
Perderme contigo en una lucha candente,
Sentir tus garras contra mi espalda desnuda,
Mi boca devorando tus curvas con furia,
Escuchar tus gemidos cómplices de los míos,
Ensuciarnos con el otro y gritar con gusto,
Mecernos en las sabanas, al suelo caer,
Y seguir, sencillamente seguir sin perder,
El ritmo del vaivén, del uno con el otro.

Con el sudor de tu cuerpo, cubro el deseo,
Con tu olor a mujer excitada, me embriago,
Beso con amor tus hombros, espalda, cuello,
Con deseo acaricio tus senos con mis labios,
Mi cuerpo te posee sin descanso ni rendición,
En la lucha adictiva por ascender por explosión,
A la más sublime percepción de bendición:
Amar y sentirse amado, más allá del esfuerzo,
En una guerra más allá de los cuerpos.

domingo, 12 de junio de 2011

Cambio de vida.


De noche llegarás, traerás confusión,  
Entre mis manos tomaré lo necesario,
Ocultaré del tiempo tus besos y sueños,
Reiré dejando atrás el credo y pensamiento,
Ignoraré lo inmediato y formaré el pasado,
Observaré sin ver, caminaré sin talento.

Nunca te negué, en ocasiones te confundí,
Vacilando entre incomprensión, lo obvio y esperado,  
En un cielo inundado de aves sin alas y…
Nada por esperar, me marcharé contigo,
Dioses y diosas llorarán alegres sin fin,
Rosas caerán, rojas frente nuestros ojos.

Al llegar el momento serás luz y nada más,
Noblemente diré que sí, y no habrá vuelta de hoja,
Más la vida igual… seguro estoy, nunca será. 

miércoles, 8 de junio de 2011

Grito del silencio.


Mis ojos negros ya gastados no encuentran,
La nieve blanca de invierno, pero aún me quema,
La primavera deja el rastro de un caminar sin compás,
Se ha marchado en silencio dando la espalda,
El frio del silencio abriga el brillo de la mañana;
La lúgubre soledad con sus dedos sucios de vida,
Impregna la calma y envenena el pensar con ansiedad.

Busco tus labios desnudos de vergüenza,
Busco el sonido de tu vida llorada por alabanzas,
Silencio, ¡frio silencio macabro y desesperante!,
Solo silencio encuentro, ¡quiero callarlo!... es desquiciante,
Alardea de su omnipotencia alimentada por mi tristeza,
Lo asesinaré, sencillamente romperé el silencio en dos,
Entre mis manos con furia irracional le daré muerte
Y gritaré, con la necesidad de abrir el cielo con mi voz,
Tu nombre entre las nubes será oído con desespero,
Mi corazón dejará de callar y silencio destrozaré.  

Los latidos de mi corazón ahorcarán el silencio,
Te buscaré de madrugada, cuando la luna me de refugio,
Por las calles llenas de ambiciones vacías de oportunidad,
Seré realista y caminaré con paso firme a tu puerta,
El silencio exorcizaré, vendrá la primavera y jugarás
Con la nieve que antes me quemaba, me abrigarás,
Juntos enterraremos el silencio bajo las sabanas,
Será un sepelio caluroso, parecerá verano y estarás…
Alegre de haber por fin retado al silencio, y murmurarás:
Era desesperante, estaba dispuesta a fusilarlo sin compasión,
Cuando entraste a mi vida, y me di cuenta que no dejarías,
Que el silencio me enloqueciera tal como contigo hacía.

martes, 7 de junio de 2011

Antes de la sorpresa


Quizás antes que puedas verme… te bese,
Es probable que la luna no salga hoy y allí estaré,
Antes que puedas siquiera pensar que vives,
Antes incluso que puedas darte cuenta quién eres,
En la entrada de mi vida estaré esperándote.
                                    
Tocaré sin palpar la puerta de tu vida,
Antes que abras la puerta tendré la llave;
Te besaré sin que lo anticipes y lo disfrutarás,
La sorpresa hija de la ignorancia te obsequiaré;
Como niña descubriendo el mundo te cuidaré,
Antes de los buenos días serás ladrona de besos,
Como delincuente te perseguiré, serás mi vida.

Antes que recorra tu cuerpo con mis besos,
Te haré el amor sin tocarte siquiera con miradas,
Sabrás amar el amarme y viviré para amarte,
Haré acertijos para que descifres dónde te besaré,
La sorpresa será el sol que nos ilumine el tiempo
Que tomarás para poder acertar, y suspirar.

Cuando entonces te des cuenta que me conoces,
Serás anciana, y podrás anticipar mis besos,
Sabrás secretos, misterios, acertijos, pues…
Después de muchos años verás mi universo:
El construido alrededor de lo grandioso, de amarte.  

sábado, 4 de junio de 2011

Soneto al cambio.

Vinieron de noche desnudos cambios,
Hechos por caminos deshabitados,
Adornados por tus ojos hermosos,
Empedrados con sueños orgullosos.

De noche lloré, en silencio busqué,
Caricias soñadas por lunas nuevas,
Y apareciste bajo mi sabana,
Y todo cambio entonces, arribaste.

Mi cuerpo para encontrarte te besa,
Mis labios, para honrarte te acarician,
Mi vida sencillamente gobiernas,

En silencio, para amarte te observo,
Adornada con mi sombra desnuda,
Llegaste a mis noches, mi vida cambió. 

jueves, 2 de junio de 2011

Camino de arena.


La arena fue alfombra del cielo,
Sobre ella mis pies hicieron duelo,
Caminé vagabundo y adicto al silencio,
Fumé ideales y el humo me hizo utópico.

Por la playa caminé, dejé mi traje negro,
Me despedí del realismo, sonreí cuan solsticio,
Iluminando mi sendero,  avivando lo muerto,
Dándole muerte a lo muerto, resucitando lo bello…
Lo grandioso de dejarse llevar por el efecto,
Del silencio decorado por el sonido del mar,
Y caminar, sencillamente caminar por la playa,
Limpiando la mente y el alma con la arena,
Y pensar en ti, allí, tranquilo, sereno, vagabundo.

Caminé, con la arena me bautice,
En una religión que honra a su Dios,
Al hacer el amor con la mujer amada,
Caminé, y sucumbí ante lo sublime,
De ver el sol y sentirte acariciándome,
A través de su calor, sentido por mi piel.

Sucumbí ante lo irreal de ver al mar,
Unido con el cielo en el horizonte,
Y verte, en silencio siendo el sol,
Siendo punto de unión hermoso,
Entre lo celestial y lo terrenal,
Caminé, enamorado del amor,
Que mañana otra vez aspiro,
Me lleve a caminar con igual encanto.