Fuimos uno

El recuerdo de tus caricias sobre mi cuerpo,

Encandeció el sudor que provocaba el movimiento,

Acaricie tus curvas con cada parte de mi cuerpo,

Y con cada centímetro de tu piel perdí el aliento.

Vestimos los gemidos con atuendos de trueno,

Y resonaron en la habitación disfrazada de cielo tormentoso,

Gritaste y gemí, corte tu aliento y tomaste del mío

En un beso húmedo e hirviente sabor vino tinto.

Fuimos relámpago entre las sabanas,

Alumbrando la alcoba con el reflejo de la luna

En nuestros cuerpos sudorosos cubiertos de aventura;

Como soplo de vida divino fue tu respirar contra mi nuca,

Y como dedos de Dios moldeando mi existencia,

Fueron tus pezones desafiantes de mi firmeza,

Rosando contra mí pecho mientras danzaba,

Al usar tus gemidos y palabras como sonata delicada   

Retumbando en las paredes barnizadas con nuestro aroma.

No me veías ir hacia ti, nunca me separe de ti,

Nunca salí de ti, no me veías…

Pues el éxtasis que provocaba la inundación,

Te obligo a cerrar los ojos, apretarme contra ti,

Explotar conmigo y hacernos uno en un solo vivir.

Llega la negra.

Se levanta la noche sutilmente,

Como seda fina seducida por el viento,

La luna te trae entre su falda de plata,

Las estrellas portas como baratija,

Y entonces el silencio de mi voz te abraza,

Danzas con mis palabras inverosímiles,

Y mis historias besas con éxtasis increíble.

Haces de mi vida una sonata en tu somnolencia,

Y mi piel asesina el tiempo con el filo de mis vellos,

Te refugias en posición fetal con mi vida exaltada,

Entonces el sentido pierdes durmiéndote con mi voz,

Entonces tomo sentido dibujando mi voz en tu consciencia,

Y finalmente con mi cuerpo cubriendo tu cuerpo,

Imitando el cielo vasto al cubrir la tierra,

Mi mente dejo perder con el sueño de soñar juntos,

Y el deseo de negar el paso del tiempo.

Te duermes y cierro la puerta de mi voz,

Entonces duermo contigo, refugiados por el amor,

Usando la luz de la luna como vela en la habitación,

Mezclando el olor de mi piel con tu respiración,

Y el calor de tu respirar con mis suspiros.

Silenciosamente haciendo escándalo,

Únicamente el sonar de nuestra respiración,

Entonces doy gracias por llegar la negra,

La negra noche cómplice de nuestras almas de amor.

Te invito una copa en mi mente.

Abrí la puerta de mi mente sin darme cuenta,

Entraste y te percate por tu olor a rosa cortada,

Jugaste con mis recuerdos y mi historia fue otra,

Mi pasado convertiste en historias de cuna,

Aun por las noches no encuentro algunas piezas,

Entraste a mi mente y cerré la puerta detrás de tu sombra.

Al dormir mis pesadillas parecen añejar tu bebida,

Te sientas elegantemente en un taburete de cristal,

Observas a tu alrededor con mirada altiva,

Levantas una ceja y mis sueños te sirven la siguiente copa,

Bebes entonces mi presente, creo empiezas a volar,

Se cae el taburete, el silencio de mi mente se quiebra,

Y levitas por encima de mi mirada perdida,

Eres sobre natural ante mi pensamiento al pensarte.

Usas como vestido tu piel, adornas tu cuello

Con el recuerdo de besos que te he dado en silencio,

Usas delineador color libido, perfume aroma pulsión,

Y eres única en mi mente ciega, silenciosa, y estrepitosa,

Vuelas con elegancia en las sombras de mis deseos,

Después de beber mis pesadillas en una copa,

Observas cada mínimo detalle y sutilmente abres los ojos,

Abres tu mente sin darte cuenta, y descubres con asombro,

Que no estás un lugar diferente a tu interior.

¿Quién se aproxima?

Alguien camina sobre el silencio,

Alguien se acerca y no sé quién es,

Sabes tú ¿quién puede ser?

Es una sombra color vino blanco.

Alguien camina sin dar pasos,

Vuela en el agua y nada en el aire,

Se avecina a mi sombra desde todos lados,

Como fantasma noble parece que lo conozco.

¡Oh!, ya creo saber de quién se trata,

A metros de mí ya es parte de mi piel,

Y sin verlo ya mis ojos lloran de alegría,

Ahora el silencio del viento viste su piel.

Es el perfume del cual mis sabanas son adictas,

El aroma de los recuerdos que me dan vida,

Es tu olor impregnado de sensualidad,

Es tu olor a mujer, quien sobre el silencio camina.

Como amigo de mil batallas lo abraso,

Como espíritu me posee al sentirlo,

Es tu olor color arcoíris de otro universo,

Es tu aroma de vida que da vida a mis versos. 

Puntos.

Las letras de muchos poemas me protegen,

Son escritas con el alma de puntos sonrientes,

Pequeñas huellas sobre el tiempo que me consienten.

Por el encanto de esos puntos es eclipsada la vida,

Y por las noches se convierten en mis estrellas,

Son pequeños cuan filo de espina de rosas,

Y el brillo de mis ojos es embriagado por su extensión,

Uno a uno los cuentos al amanecer,

Embriagan mi memoria y sueños, imaginación y encanto.

Borde de pétalo, suspiro de nube tormentosa,

Luz viva de relámpago inerte, son tus pecas gloriosas,

Más maravillosas que tu grandeza,

Inmortal en mis palabras y contemplada sin fin.

Son tus pecas puntos sonrientes

Que conforman mis palabras y abstraen mí existencia,

Elevándome a la alegría sublime al contemplarlas.

Pestañas.

Fuiste delicada en tu caricia,

Y el rose contra mi rostro dejó una marca,

Construiste un sendero por el cual caminar,

Y mis grandes recuerdos usaste como guía,

Para un gran mapa trazar en mi mejilla,

Solo una pestaña usaste para dibujar el mapa,

Las líneas que describen la ruta de mi vida.

Dibujaste sobre mi rostro con tus pestañas,

El sendero de tus caricias siempre acompasadas,

Tocaste mi piel con tus pestañas y con ello mi vida,

Mi gloria encarcele entregándome al cerrar tus ojos,

Y con orgullo mis ideales los hice uno con tus parpados,

Cárcel hermosa de dos grandiosas estrellas que contemplo,

Eternamente entregándome al amor de su brillo intenso.

Tus pestañas, delgadas, suaves, hermosas y únicas,

Acaricia mi piel con ellas y déjame entregarme a sus caricias,

Perderme con tus ojos en el disfrute del sentir de tus pestañas

Consintiendo mi piel como pincel al lienzo al hacer una pintura,

Déjame soñar que mi vida compartiré con ellas,

Y en mi lecho de muerte estarán humedecidas por mí.

Imitador del mar seré.

Va y viene el mar sin detenerse,

Es paciente y turbulento, no es inerte,

Las rocas en su orilla las esculpe,

Y el aire encierra en su baile

Para crear la espuma impecable.

Va y viene el mar sin cansarse,

Y en su estudiante me he convertido,

Paciente y turbulento a tu puerta llegaré,

Y con pasión incontenible moldearé

La fuerza de tu cuerpo impecable.

Esculpiré tus movimientos en un baile,

El aire de tu habitación cortaré,

Y en mi posesión criatura nueva serás.

Como la espuma del mar te elevarás,

Sobre mi fuerza imparable,

Y de seda blanca vestirás el compás,

De nuestros cuerpos incontenibles.

Como el mar a tu costa llegaré,

Y el paisaje de tu cuerpo completaré,

Siendo el mar… que va y viene sin detenerse,

Humedeciendo tu costa…

Por momentos con fuerza,

Por momentos con calma,

Y mi oleaje jamás recorrerá

La misma distancia en tu costa entre ola y ola.

Como buen imitador copiaré

Cada mínimo detalle del mar,

Y en noches de luna llena,

El límite será desconocido.

En la oscuridad.

Fue la oscuridad de la noche… testigo,

Y El silencio de nuestros cuerpos augurio,

Del calor que evaporó nuestro sudor,

Fue el cruce de nuestras miradas,

Reconocidas por el brillo de los ojos,

La carta de navegación hacia el Edén,

y una caricia de tu cuerpo contra el mío,

Tesoro más preciado jamás descubierto.

El aire fue delgado como el grosor de una hoja,

Y nuestro aliento hecho una historia de aventuras

Que enmarcó la odisea de fundirnos en calma,

Arrebaté la vida de mi piel como traje andrajoso,

Y como vestido elegante porte sobre mi piel tu mirada.

La pasión se hizo hija de nuestro espíritu,

Y desnudos de pensamiento fuimos uno,

Usando el amor como refugio de nuestro deseo,

Fuiste mía, y yo con orgullo también fui tuyo,

Entonces nuestros espíritus volvieron a ser uno,

Y levantó el vuelo usando nuestra piel como cielo.  

Y nunca más me separé de ti.

Tus ojos

Suave, delicada y pacífica,

Impresionante, inmortal y única,

Incomprensible, grandiosa y bella,

Eres tantas cosas como ninguna.

Dormir en la tranquilidad,

Solemne y perfecta de tus pestañas,

No es ilusión más allá de la necesidad,

De ser cadencia de tu parpadear.

Y en la gloria de tu mirar,

Quiero perderme y caminar,

Sentir que mis pasos cubren tu oscuridad,

Y el negro de tus ojos orienta mi sendero,

Quiero ser errante en tu luz,

Reo del firmamento de tu mirada,

Porque son tus grandes ojos negros,

Todo aquello por lo que vivo. 

Soy

Canta el viento para ti,

entre suspiros que te obsequio,

baila la vida con tu emoción,

con pasos que en mis sueños dibujo,

y entre cantos y danzares, 

sueños y dibujos, 

una sola confesión deseo hacer:

soy vida que vibra sin suspiros,

mi aliento te has robado.

Soy una pequeña silaba que tu nombre entona,

y el vocablo sin idioma que te invoca,

palabra sin raíz solo comprendida

en el contexto que tu amor proporciona,

soy baile de tu vida y cantar de tu caminar,

soy el deseo de ser quien quieres que sea.

la intención de tus sueños en una fiesta,

por cortejar las más profundas alegrías. 

si no estás.

Dos copas beberé,
la primera en tu nombre,
la segunda por tu vida,
tres canciones cantaré,
la primera por tu luz,
la segunda por la emoción,
y una tercera por tu retorno,
cuatro lagrimas verteré en el tiempo,
una por cada estación sin ti,
y al final de la noche habrá un poeta
menos en el mundo.
                                 Fabián Arturo.