lunes, 2 de mayo de 2011

Sepulcro

Besarte con una gota de vino tinto,
Tocar tus labios con las huellas de mis besos,
Acariciar con mis labios la comisura de los tuyos…
Sueños, siempre culposos por lo que aspiro,
Delirios, penosos por lo que deseo,
Realidad, siempre sombra de mí perdida razón.

Con las hojas de primaveras que ya se fueron,
Cubrid la tumba de mi boca, muerta de sed por sus besos,
Y limpiad con las cenizas de mi luz quemada… su tumba,
Cuando el tiempo sin sus besos arrebate mi aliento.

Ver sus grandes ojos negros sellados por sus parpados,
Como santos hermosos en un altar de pecas color pardo,
Tocar su cabello y peinarla con mis dedos por la noche,
Como si humedeciera con la espuma del mar mis manos,
Acariciar su piel con mi mirada opacada por los años,
Y limpiar sus anteojos al atardecer para ver juntos el ocaso,
Todo esto sepan ustedes, fue mi sueño siendo novios,
Y esto también fue la escancia de mí vivir siendo ancianos.

Ahora cuando mi boca tiene sed,
 Y mi luz se ha quemado con el frio de su ausencia,
Ahora, cuando se escapa mi aliento,
En búsqueda inútil del suyo,
Y no puedo ver sus grandes ojos negros,
Sus pecas imitantes de las estrellas,
Tocar su  cabello y peinarlo con mis dedos,
Acariciar su piel bañada por mi mirada borrosa,
 Ni ver el ocaso junto a ella,
Permítanme contarles que estoy en el ocaso de mi vida.

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