Del retoño de las nubes nacieron,
Tus labios candentes y me besaste,
E hiciste de mis sueños, tu cuerpo,
El cielo igualaste y empecé a amarte.
Quiero un instante pensarte al besarte,
Más eres superior al pensamiento,
Mi razón desiste de comprenderte,
Más sabe amarte con pasión y encanto.
Mujer, naciste para ser amada,
Yo para siempre amarte, y admirarte,
Orgulloso estoy de darte mis letras,
Y usar mi voz para decir que te amo.
Eres dueña de mis labios sedientos,
Yo, de tus besos húmedos y amantes,
Del lenguaje delicado que hablo en silencio,
Al darte mi vida en cada suspiro.
Cuando cae la luna detrás de mis hombros,
Y el sol aparece ante mis ojos brillantes,
Eres tú el cielo azul inigualable, bello,
Eres tú mi cielo oscuro, y luna elegante.
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